Los pies son una de las regiones más importantes de nuestro aparato locomotor ya que ellos nos sirven de apoyo para estar de pie, caminar y correr de una manera adecuada.
La marcha o caminata es una actividad compleja que compromete muchos aspectos: la estructura anatómica, la propiocepción, el equilibrio, etc.
Todos nacemos con pies aparentemente planos, ya que desde el nacimiento hasta los dos a tres años de edad tenemos una almohadilla grasa en nuestros pies, que conforme iniciemos la marcha se redistribuye y va a desarrollar los arcos plantares en nuestros pies.
Estos arcos plantares son tres, de los cuales el más importante es el arco longitudinal plantar, este solo se forma si las estructuras anatómicas están Íntegras.
La mayor parte de niños desarrolla el llamado pie plano flexible, esto es completamente benigno y su tratamiento se basa en los ejercicios y en la terapia física. Los zapatos y las plantillas ortopédicas no muestran los resultados ideales en muchos estudios, y actualmente están en desuso.
Siendo esto muy común, consideramos que es de vital importancia tener en cuenta estos consejos:
Los niños pequeños que están iniciando la marcha deben caminar descalzos o con medias antideslizantes.
Se debe ejercitar a los niños en diversos terrenos: arena, jardines, suelos de goma , para estimular la correcta formación de los arcos plantares.
El calzado ideal es uno que sea liviano y flexible.
Los niños más grandes deben caminar de puntitas y de talones para estimular el desarrollo del arco plantar.
Si existe alguna alteración en la marcha, dolor en los pies o tobillos y/o desgaste desigual del calzado, acudir a un traumatólogo.
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